Muchos sabemos de unas cuantas características que todo
tester debería tener, por ejemplo, curiosidad, creatividad, pensamiento crítico,
pensamiento lateral, etc. Y esas características nos ayudan a generar ideas
sobre cómo poner a prueba aplicaciones o sistemas, permitiéndonos dar
en nuestro trabajo un desempeño, como mínimo, aceptable.
Pero ¿qué pasa cuando se aplican esas características en la
vida diaria? ¿En acciones o conversaciones cotidianas? Eso me pasa a mí y puedo
ver que le sucede a otros testers. Y no es algo que yo elijo hacer (al menos proactivamente), y yo diría
que los demás tampoco.
Muchas personas, sin ser testers, tienen algunas de éstas características, pero el enfoque organizado de estos atributos, que se adquiere al entrenarse en testing, ha hecho que se conviertan en herramientas de la vida diaria.
Esto da como
resultado poder tener una conversación interesante de prácticamente cualquier
tema, aun si es algo absurdo. Provoca siempre estar receptivo a inconsistencias
o anomalías en cualquier lugar: un supermercado, un libro, una tienda de ropa,
hasta los vicios de lenguaje al interactuar con la gente. Hace que te tomes un
segundo más para decidir o combinar cosas de una manera diferente a la
tradicional y así generas hilos de pensamiento extraños, que no sabes a dónde
van a llegar o si serán de utilidad, el único propósito es explorarlos.
Entonces, cuando sucede esto, exactamente ¿qué significa? Puede
haber muchas respuestas, pero para mí demuestra que el testing tal vez no es sólo
un trabajo, sino una manera de aproximarte a tu entorno.
Creo que si estás un poco de acuerdo con ésto, tal vez tienes el mejor trabajo en testing que puede haber. ¿Cierto?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario